El historiador Tito Livio narra la leyenda de la fundación de Roma de la siguiente manera: El el siglo VIII a.C, reinaba en Alba Longa el rey Numitor. Su hermano, Amulio, debido a la ambición que tenía hacia él lo expulsó y le cedió el trono a la hija de Numitor, Vesta. Marte se enamoró de Vesta y tuvieron dos hijos, Rómulo y Remo. Amulio, que era el que reinaba en ese momento, debido a la repugnancia que le causaba ordenó arrojarlos al río, pero un servidor los halló y los colocó en un cesto que floto por las aguas del río Tíber. Allí los encontró la llamada loba capitolina, que recibe ese nombre porque se en encuentra en el Museus Capitolinos, y los amamantó.
Cuando los niños fueron mayores se enfrentaron al rey usurpador y restituyeron el trono a su abuelo.
 |
| Loba capitolina o Luperca. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario